Son muchos los accesorios de yoga que puedes introducir en tu práctica, uno de los más habituales es la cinta de yoga, también conocida con el nombre de correa o cinturón de yoga. La cinta de yoga es una herramienta que, personalmente, a pesar de mi flexibilidad, me ha ayudado mucho a avanzar en mi práctica personal. Sobre todo, cuando me he planteado aprender o mejorar en algunas posiciones de yoga difíciles.
Por eso, en caso de ser principiante de yoga o si ya eres practicante habitual, te invito a que incorpores una cinta en tu material de yoga. Ya verás como junto con tu esterilla de yoga, cojines, manta y bloques de yoga se va a volver esencial.
Tipos de cintas de yoga
Puedes encontrar diferentes cinturones de yoga. Hay correas de yoga con hebilla y otras sin, pero estas últimas tienen una medida estándar. Yo prefiero usar los cinturones que tiene hebilla porque se pueden adaptar mejor a la altura de cada persona.
Estos son algunos ejemplos:
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Usos cinta de yoga
Los usos y beneficios del cinturón de yoga pueden ser distintos en función del objetivo que estemos buscando. Podemos usar una cinta de yoga para:
- Corregir y alinearnos mejor en una postura.
- Profundizar en el estiramiento de una asana.
- Ayudarnos a avanzar en posturas que aún no dominamos.
- Usarlo como soporte en prácticas más restaurativas.
Clase de yoga restaurativo para el sistema inmune dirigida por Raquel Mar. Exclusiva de Studio Online
Posturas con cinturón de yoga
Correa de yoga en asanas restaurativas
El yoga restaurativo se usa con frecuencia la cinta de yoga, así como otros soportes y accesorios. Una de las asanas más habituales en las clases de yoga restaurativo es la de baddha konasana o postura de la mariposa.
Baddha konasana con cinturón de yoga
En prácticas más relajantes, como el yoga restaurativo, el uso de la cinta de yoga nos ayudará a entrar y sostener las posturas durante un tiempo más prolongado. Y permitirá que tu cuerpo se relaje progresivamente. Por ejemplo, en Baddha Konasana, una postura de apertura de caderas activa. Si usas distintos soportes y materiales de yoga como la cinta de yoga, puede convertirse en una asana restaurativa muy reconstituyente. Yo la suelo practicar en días muy ajetreados, ya que es un excelente antídoto contra el estrés.
Para realizarla, pon un bolster o dos mantas dobladas como un rulo bajo tu espalda, colocando los glúteos en la esterilla y el bolster o mantas pegados a la espalda. Coloca un cojín o manta doblada debajo de tu cabeza. Coloca un bloque de yoga o una manta enrollada debajo de cada una de tus rodillas para que tengan una superficie donde reposar. Siéntate con el sacro cerca del final del bolster y une las plantas de tus pies.
Ahora sí, coge tu cinturón de yoga, haz un lazo con él y pásalo detrás de tu espalda y por las ingles, pasando los pies por fuera. Baja el cinturón hasta el sacro y ajústalo hasta donde sientas que puedes acercar los pies al perineo sin tensión. Procura que la hebilla quede en tu lado derecho si eres diestro o al izquierdo si eres zurdo para poder manipularla más ágilmente. El cinturón te ayudará a mantener la alineación de la postura y que los pies y piernas se queden en su sitio sin que tengas que hacer ningún esfuerzo muscular.
Estírate sobre el bolster, ajusta el cojín de debajo de tu cabeza y cuello, con las manos aleja las nalgas hacia delante para crear espacio en la parte baja de tu espalda y sacro. Reposa tus brazos y manos mirando hacia arriba y respira conscientemente.
Una vez colocada, relájate y no hagas nada. Suelta tus musculatura y toda tensión. Escucha tu respiración y siente cómo tu ritmo cardíaco va bajando. Puedes mantenerla entre 3 y 10 minutos.
Poco a poco, irás sintiendo los diversos beneficios de esta asana. Experimentarás una posible mejora en tus digestiones, sentirás cómo se estiran tus muslos y se abren tus caderas y cómo tu sistema nervioso se calma y equilibra. También resulta una postura ideal para las mujeres embarazadas. Eso sí, cuídate en tu práctica y si sientes dolor lumbar crea menos altura en tus soportes y si tienes molestias en tus rodillas aleja los pies y reduce la flexión. Respeta tus límites y escucha cómo te sientes, ya que cada día una misma asana puede sentirse diferente.
Si te apetece conocer más sobre la práctica de yoga restaurativo, te recomiendo que leas el artículo Las claves para el yoga restaurativo en el que Raquel Mar nos explica los grandes beneficios de esta práctica.
Y, si quieres probar cómo le sientan a tu cuerpo las clases restaurativas, te recomiendo que te hagas con una correa de yoga y muchos cojines para probar las clases de Raquel Mar en Studio Online, mi plataforma de vídeos de yoga y meditación. Donde encontrarás clases de diferentes estilos de yoga, duraciones, temáticas…
Cinta de yoga para mejorar la flexibilidad
La cinta o cinturón de yoga también nos resulta de gran utilidad para ganar flexibilidad en aquellas posturas que por constitución física o experiencia nos aún llegar. El cinturón se convierte en una extensión de nuestras extremidades que nos permite alinearnos correctamente y poco a poco ir ganando flexibilidad.
A continuación, te digo algunas asanas en las que podrás utilizar tu cinturón de yoga si todavía no tienes tanta flexibilidad. Pero hay muchas otras posturas de yoga en las que podrás utilizar tu cinta de yoga.
Paschimottasana con cinturón de yoga
Paschimottanasana, la postura de la pinza sentada, y sus variantes pasando el cinturón por la planta de tus pies y cogiéndolo con una o ambas manos a una altura que te permita sostener la postura alineada.
Dhanurasana o postura del arco con cinta de yoga
También nos puede ser muy útil en posturas como Dhanurasana o postura del arco, cuando no llegamos con las manos a los tobillos.
Gomuhhasana o postura de cara de vaca
En Gomukhasana o postura de cara de vaca, si no tenemos la suficiente flexibilidad o los brazos lo suficientemente largos para que nuestras manos se puedan entrelazar por detrás de la espalda.
Cinturón de yoga para asanas avanzadas
Por otro lado, en practica más avanzadas la cinta de yoga también nos resulta muy útil para aprender esas posturas más retadoras e ir experimentando con ellas.
Utthita hasta padangusthasana con cinturón de yoga
Un ejemplo, en posturas de equilibrio como Utthita Hasta Padangusthasana podemos ayudarnos a sostener la pierna en alza pasando un cinturón por la planta del pie y aguantandolo con la mano a la altura que nos permita abrir al lado la pierna y sostenerla estando bien alineados. Es decir, sin encorvarse ni sacando la cadera hacia fuera.
Postura de la bailarina con correa de yoga
En la postura de la bailarina, una asana de equilibrio, puedes utilizar una correa de yoga si no llegamos a coger con las manos los tobillos. El uso de la cinta nos permite poder sostener la postura en equilibrio a través del juego de contrafuerzas y alineación que se crea. A mí me ayuda mucho cuando lo uso en esta asana, porque además me permite mantener mejor la apertura de pecho.
Posturas invertidas avanzadas con cinta de yoga
Por otro lado, en el aprendizaje de algunas invertidas como Pincha mayurasana, el cinturón nos puede ayudar mucho para evitar que se abran nuestros codos y se derrumbe la estructura que la cintura escapular necesita para sostener la asana.
Si te apetece profundizar más sobre cómo realizar correctamente en estas invertidas avanzadas, te invito a que veas la serie de invertidas avanzadas, exclusiva de Studio Online. Rebeca Recatero te enseña a practicar estas asanas difíciles desde sus fundamentos para poder sostener bien los equilibrios sobre tus manos y antebrazos, con conciencia, y así evitar posibles lesiones.
Material de yoga
Espero que, tanto si eres alumno principiante como avanzado, con este artículo ya hayas visto los grandes ventajas que puede ofrecerte incorporar un cinturón a tu práctica. Ya verás cómo este material de yoga, junto a tu esterilla de yoga, bloques de yoga, cojines y bolster, se convertirá en una herramienta de aprendizaje también imprescindible, que te acompañará y ayudará mucho en la evolución de tu práctica de Yoga online.
¡Disfrútalo!
Namasté
Xuan Lan
Xuan Lan es instructora de yoga y meditación mindfulness. Tiene formación en Vinyasa (200 h), Jivamukti (75 h), Dharma yoga (200 h), Intensivo de Ashtanga (50 h) y Yoga para trauma (20 h). Además, también ha estudiado Gestión del estrés y Regulación Emocional con Mindfulness en la UOC (Universidad Oberta de Catalunya).
Es autora de 3 libros: "Mi diario de yoga", "Yoga para mi bienestar" y "La buena hija vietnamita".