La importancia y los beneficios de enraizarse en yoga

Siempre hablamos en mindfulness de usar la respiración como una ancla al momento presente. En francés, usan el verbo “anclarse” para recordar no dispersarse durante la meditación. Me gusta la imagen de un barco con el ancla que lo mantiene atado pero no inmóvil. En la meditación, la respiración es nuestra herramienta, nuestro anclaje, para ayudar a la mente a concentrarse, aunque su naturaleza no es la quietud, no hay tal cosa conocida como la mente en blanco.

Dos días después hacía una meditación guiada cuyo tema era lo que llaman en inglés “grounding”, de la palabra ground que significa suelo, tierra. Sería la versión terrestre del término anclaje anterior con el mismo sentido: tomar tierra. La meditación nos invitaba a sentirnos como una montaña con la base ancha en el suelo que mantiene la estabilidad mientras el pico es como la mente que deja pasar los pensamientos como nubes en el cielo. Otra analogía de Tamara Lewitt, la narradora del audio en la meditación, era la del árbol centenario con tronco fuerte y estable que echa raíces en la tierra.

En español, usamos la palabra enraizarse para decir lo mismo. Esta analogía nos lleva a un lugar más profundo, bajo la tierra para mantenernos en el momento presente y no dejar que nuestra mente funcione con el piloto automático y se disperse.

Y es que la naturaleza de nuestra mente es pasar de un pensamiento a otro. Es lo que en el budismo se llama “the monkey mind”, la mente mono, que salta de una rama a otra. La meditación es un entrenamiento para aquietar el mono, para que salte menos y que se quede más tranquilo en contemplación desde su rama del árbol, en el momento presente, y enraizarnos nos ayuda a poder mantenernos en ese estado.

Cuando hablas varios idiomas es interesante ver que un concepto no tiene siempre la misma traducción y permite entender aún mejor de qué se trata.

Rutina para enraizar

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Entonces ¿cómo enraizarse?

La postura erguida y estable es el primer paso para enraizarnos en la meditación.

Conseguir mantener la postura en quietud consiste en encontrar un asiento cómodo en un cojín, entrenar la espalda para que no se canse en esta posición, y cruzar las piernas para crear una buena base. Poder mantener la postura de forma cómoda no es una tarea fácil cuando se empieza con la meditación, por eso es recomendable iniciarse sentado en una silla, comenzando por mantener la columna erguida.

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La quietud del cuerpo en la meditación es importante para poder mantener la concentración y observar nuestra mente u objeto de meditación que escojamos.

Desde ahí vemos cómo los pensamientos y las sensaciones van y vienen, pero la respiración siempre está, nunca paramos de respirar durante la meditación, por eso es tan habitual y efectivo usar la observación de nuestra respiración como ancla en el momento presente.

Enraizarse en la práctica de yoga

• Conectar con la tierra en posturas de pie. En yoga practicamos descalzos, lo que nos lleva a una gran sensación de conexión con la tierra desde las plantas de los pies, sintiendo cómo todo nuestro cuerpo se estabiliza y se mantiene desde esa base. También podemos observar esa conexión con la tierra en las posturas con las manos en el suelo, observando cómo nos ayuda a crear espacio en el resto del cuerpo al activar dedos, abriendo bien la palma de la mano. Puedes practicarlo en posturas como Tadasana (la montaña), Trikonasana (el triángulo) o Adho mukha svanasana (el perro boca abajo).
• Estabilizar la mente y el cuerpo en la postura. Si equilibramos las fuerzas necesarias para realizar y mantener la postura estable, nuestra mente también se estabiliza. Podemos comprobarlo sobre todo en las asanas de equilibrio, observando cómo cuando nuestra mente está muy agitada, nos es más complicado mantener la estabilidad. En este caso también nos ayuda el drishti, fijar nuestra mirada en un punto para que la mente se enfoque, logrando una mayor concentración y equilibrio. Puedes practicarlo en posturas como Vrikshasana (el árbol) o también Virabhadrasana (los Guerreros).
• Las posturas sentadas, muy estables por naturaleza por tener una gran base del cuerpo en la tierra, mantenidas durante un tiempo más prolongado, nos aportan una mayor calma mental, nos facilitan la observación de la respiración, anclando nuestra mente en el presente. Puedes practicarlo en posturas como Paschimottanasana (la pinza) o Janu sirsasana (postura de cabeza a rodilla).
• La visualización es una muy buena herramienta para llevarnos a un estado de quietud, adoptando las cualidades de aquello que estamos visualizando. Puedes seguir las analogías comentadas, visualizando la montaña, el árbol, las raíces, el ancla… Puedes practicarlo en posturas como Sukhasana (postura fácil) o Padmasana (el Loto).

Y, sobre todo, no te olvides de la respiración: la herramienta más importante y que tenemos más a mano para sentir la estabilidad y firmeza en tu práctica de yoga y meditación, manteniéndonos presentes.

Clase online de Yoga para enraizarse

En XLY Studio puedes practicar conmigo en este vídeo de Yoga para enraizarse, explorando diferentes posturas para encontrar tu ancla o conexión con la tierra y estar presente en una práctica de asanas, accesible para todos los niveles.

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