En este post respondo desarrollo mi punto de vista acerca de un tema que la bloguera y profesora de yoga Carla Masqueyoga ha compartido conmigo. Me pide mi opinión sobre un comentario que ha recibido: “No entiendo ¿porque una profe necesita de otra profe? ¿Si uno llega a ser profesora ya no hay mejor profe que su cuerpo? Siento que no entiendo nada”.
En su post en Aomm.tv, Carla habla del aprendizaje constante y para responder a la duda recibida recopila la opinión de varios profesores.
Cada profesor de yoga tiene su maestro
A continuación comparto mi punto de vista empezando por lo que he aprendido de John Scott, el maestro de Ashtanga yoga. En un retiro de yoga donde se mezclaban profesores y practicantes, todos éramos sus alumnos, y él nos dijo que ‘el profesor de yoga es un mensajero de lo que ha aprendido de su(s) maestro(s) y del estudio de las escrituras sagradas, no inventa nada nuevo solo transmite’. Yo añadiría a esta definición que el profesor de yoga aporta su interpretación fruto de su experiencia y práctica personal.
He ido a más de 4 workshops y retiros del maestro John Scott, en Mallorca, Barcelona, la Puglia Italiana. Y siempre que pueda, me encanta seguir aprendiendo de su sabiduría, recibir sus ajustes precisos y delicados. No es mi gurú, no tengo gurú. Pero lo respeto mucho y considero que puedo seguir aprendiendo y crecer como profesora con él.
El aprendizaje nunca acaba
El yoga no es una ciencia limitada en algunas asanas, el profesor de yoga transmite una disciplina con una filosofía milenaria que nunca se acaba.
El término yoga engloba muchos aspectos y temas relacionados que se pueden profundizar y estudiar a parte de la práctica de asanas, esta formación es sin fin (mitología, filosofía del yoga desde los vedas hasta los sutras, Ayurveda, pranayama, mudras, chakras, kryias, mantras, etc).
El profesor de yoga es un yogui en el sentido de practicante y de alumno de yoga. La sabiduría, know how no vienen solo de una formación de 200 o 500h, sino de la práctica, de la formación continua y del contacto con alumnos e otros profesores.
La mayoría de los profesores que conozco participan regularmente a retiros, talleres, y formaciones, nos nutrimos de nuevos conocimientos, como cualquier profesional que atiende un curso. En el pasado taller de Sharon Gannon, fundadora de Jivamuktiyoga, en Barcelona, una mayoría de los participantes eran profesores, allí me encontré con Veronica Blume entre otros.
Su práctica y enseñanza evolucionan con el tiempo, la edad, la experiencia y también los aspectos del yoga que ha desarrollado.
Disfruto ir a clase de yoga y recibir ajustes
Personalmente me encanta ir a clases de yoga. Primero porque me permite recibir ajustes que en autopráctica no puedo tener, y en segundo lugar para aprender, puede ser una técnica, el significativo de un sufra, un ajuste, un mantra, un estilo o una postura, siempre saco algo de una clase.
Cada vez que estoy de viaje busco un estudio de yoga en Internet para atender una clase, cual sea el lugar y el idioma. No busco un gran maestro o un estudio reconocido, solo una clase de yoga, me permite también practicar y visitar una ciudad de otra manera.
En anteriores posts de viaje, compartía los lugares donde he ido a recibir clases en Paris, Torino, Bali, Ibiza, Goa, Laos, Dubai, etc.
Con años de enseñanza, todavía me siento como una profesora principiante al inicio de una largo camino, voy aprendiendo, descubriendo, viviendo el yoga pero nunca lo sabré todo.
También en yoga se recomienda tener un maestro, una persona de referencia que nos ilumina el camino, no está siempre a nuestro lado en el camino pero nos da una dirección. Esa dirección puede cambiar y podemos cambiar de maestro, pero hay que saber ser humilde y agradecido ante lo que el yoga nos ofrece a través de sus mensajeros.
Si eres profesor/a de yoga, me gustaría que compartieses tu opinión en este post. ¿vas a clases de yoga o practicas sola?
Xuan Lan es instructora de yoga y meditación mindfulness. Tiene formación en Vinyasa (200 h), Jivamukti (75 h), Dharma yoga (200 h), Intensivo de Ashtanga (50 h) y Yoga para trauma (20 h). Además, también ha estudiado Gestión del estrés y Regulación Emocional con Mindfulness en la UOC (Universidad Oberta de Catalunya).
Es autora de 3 libros: "Mi diario de yoga", "Yoga para mi bienestar" y "La buena hija vietnamita".
Holaa!!!
Pues aunque me guste hacer mis clases solas, las disfruto mucho pero también disfrutó muchiiiisimo que mi maestro me las dé también. Como dices te corrigen y además estas en otra posición ya que te pones en el papel del alumno, está genial dar y recibir.
Sat nam🌌😘