En el yoga ajustar es una forma de comunicación entre profesor y alumno que nos permite profundizar en la comprensión de la realización de las asanas. A través del sentido del tacto exploramos las diversas posibilidades de ajustar. Desde correcciones más físicas a otras más sutiles y energéticas; para adquirir así una alineación correcta en cada asana y acorde al cuerpo y singularidad de cada alumno. Un trabajo de escucha y exploración que nos hará crecer en nuestra práctica.
Además, si eres profesor de yoga quizás te interese el Máster 108, una formación avanzada para profesores de yoga, en la que, además de aprender mi método de enseñanza de Vinyasa yoga, te enseño cómo ajustar tanto física como verbalmente a tus alumnos.
¿Qué son los ajustes de yoga?
Cuando un alumno empieza su práctica de yoga, a menudo, puede sentirse inseguro o vulnerable practicando ciertas posturas de yoga. Y, por eso, suelen agradecer que su profesor de yoga se acerque y le de indicaciones específicas (físicas o verbales) para que pueda modificar el asana y familiarizarse con ella. Además, podría crear un mayor vínculo con el profesor, ya que se sentirá acompañado en su práctica.
Por tanto, ajustar es una herramienta que se suma a la pedagogía como profesores de yoga; para que además de dirigir una secuencia con la voz podamos guiar también a través del tacto. Un sentido que usamos mucho en nuestra primera etapa de vida como bebés y que nos permite integrar la información que recibimos de forma más profunda.
El contacto físico nos da sensación de soporte y confianza pero a su vez el contacto físico es una herramienta de comunicación muy potente y puede generar otras sensaciones como incomodidad e invasión. Por eso, cuando en nuestras clases usamos el contacto físico para ajustar y alinear debemos ser muy cuidadosos y respetuosos ya que entramos en un terreno de intimidad. Debemos dejar nuestro ego a parte. No querer mostrar con los ajustes cuánto sabemos si no estar disponibles para nuestro alumno y su aprendizaje. Por eso, cuando realicemos una juste a un alumno debemos:
- Antes de ajustar con el tacto, indicar primero el ajuste verbalmente.
- Observar al alumno para ver si es necesario y si ese alumnos está disponible para ese ajuste.
- Consultar al alumno si se siente cómodo con el contacto físico y respetar su espacio vital.
- Respetar también si hay alumnos que prefieren que no se les ajuste.
- Pensar con qué objetivo realizamos ese ajuste:
- Acompañar y dar confianza.
- Profundizar en una asana.
- Ayudar en la alineación o direccionar un estiramiento.
- Corregir una postura incorrecta.
Por tanto, hay que realizar el ajuste con empatía y sensibilidad; observando si el alumno desea o no ese ajuste y la intensidad con que lo necesita.
Los ajustes a través del contacto físico es una comunicación bidereccional. Por eso, debe ser consensuado y realizarse con escucha y respeto. Y si como alumno/a te sientes incómodo o violentado por la forma de ajustar de un profesor hazlo saber.
Cómo ajustar en yoga
Para realizar la práctica de ajustes en tu clase de yoga debes tener en cuenta los siguientes principios.
- Observación y tacto: Antes de entrar en el cuerpo de tu alumno para realizar un ajuste observa su cuerpo y la asana que está realizando para respetar su espacio vital y no ser invasivo. Debes contactar con las manos firmes y transmitiendo seguridad para guiarlo.
- Respiración: Escucha la respiración del alumno y sincroniza tu respiración con la suya. Así el ajuste será más orgánico, fluido y eficaz. Como en un dúo de danza los movimientos para realizar la asana serán más armónicos.
- Empatía y respeto: Tu misión como profesor de yoga es sostener y acompañar al alumno en su práctica. Cuando realices un ajuste muestrale hacia dónde puede ir con la postura pero sin empujarlo hacia ella. Evita movimientos bruscos y asegúrate de que el alumno esté bien enraizado. En la medida de lo posible intenta ajustar los dos lados de la asana para que el alumno tome conciencia de los dos lados de su cuerpo y las asimetrías que existen. Sal del ajuste poco a poco para que el alumno no se desestabilice ni pierda el equilibrio.
- Conciencia y confianza: Siempre que ajustes el cuerpo de un alumno hazlo con conciencia sobre ese movimiento y con confianza. Si no estás acostumbrado a hacer ajustes puedes empezar por posturas más fáciles como savasana, adho mukha svanasana, balasana, ardha matsyendrasana y jathara parivartanasana hasta que vayas cogiendo seguridad.
En este vídeo te enseño algunos errores comunes de las posturas de pie
Aprende a ayudar a tus alumnos
Como profesora de yoga sé de la importancia de tener una guía para ir creciendo como profesor. Por eso, he querido crear el Máster 108. Una formación avanzada para profesores de yoga certificados; con tres niveles de aprendizaje para ir descubriendo los fundamentos del Vinyasa Yoga, así como la estructura y fases de una clase de vinyasa a través del Método Xuan Lan Yoga.
En cada módulo podrás ir adquiriendo los conocimientos necesarios para guiar tus clases de forma verbal y a través de determinados ajustes, desde las posturas más básicas a las más avanzadas. Así mismo, aprenderás formas de calentamiento, transiciones, detalles de la práctica de cada asana, temas filosóficos asociados y determinados consejos que complementarán tu práctica como profesor de yoga y enriquecerán también el aprendizaje de tus alumnos.
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Namasté
Xuan Lan es instructora de yoga y meditación mindfulness. Tiene formación en Vinyasa (200 h), Jivamukti (75 h), Dharma yoga (200 h), Intensivo de Ashtanga (50 h) y Yoga para trauma (20 h). Además, también ha estudiado Gestión del estrés y Regulación Emocional con Mindfulness en la UOC (Universidad Oberta de Catalunya).
Es autora de 3 libros: "Mi diario de yoga", "Yoga para mi bienestar" y "La buena hija vietnamita".
Me encanta que el profesor me corrija, creo que es fundamental para los principiantes y para corregir los malos hábitos de los que llevamos más tiempo. He hechado en falta mucho la corrección con la última profesora de yoga que tube.
Gracias por tus posts son muy interesantes. Por cierto me encanta tu reto de selfies de asanas sencillas, son la base de todo.
Un abrazo.