Consejos para una "rentrée" (vuelta a la rutina) positiva

Septiembre ya ha arrancado: nuevo mes, nuevo curso y nuevos inicios. Cada cambio de ciclo lo podemos ver como una oportunidad para crear nuevos proyectos con alegría e ilusión. Pero también es posible que esta “rentrée” que decimos en francés (por si no lo sabes, nací en Francia y mi lengua materna es el francés) se te haga cuesta arriba, que no encuentres motivación y ganas para afrontarlo. Sobre todo, si vienes de las vacaciones.

La vuelta a la rutina nos cuesta porque dejamos la playa y las vacaciones atrás para volver a la rutina y al trabajo. Pero la vuelta es un nuevo comienzo con nuevas oportunidades para integrar nuevos hábitos y cambios positivos.

¿Cómo mantener una mente positiva?

La mente es nuestra mayor herramienta, pero es importante saber si hacemos un buen uso de ella. Nuestros pensamientos tienen mucho poder sobre nuestro estado anímico y emocional, ¡y también físico y de salud! Por eso, para comenzar a instaurar una mente positiva, es muy importante conocerse a uno mismo.

Christophe André, autor de “Y no te olvides de ser feliz”, dice que los estados de ánimo negativos hacen enfocarnos mucho en los detalles y los positivos nos permiten tomar distancia frente a las cosas. Este psiquiatra y psicoterapeuta nacido en Montpellier (Francia) en 1956, es conocido por sus aportaciones en el campo del bienestar emocional, en especial para las personas que sufren de trastornos depresivos y ansiedad. Ayudó a sus pacientes a mejorar y controlar desórdenes emocionales, algo que quiso extender a la sociedad a través de sus libros, que describen cómo la práctica del mindfulness y de la meditación tiene resultados muy positivos en la salud mental y física de las personas.

Establecer una rutina de yoga y ejercicio físico

La práctica de yoga regular nos ayuda a equilibrar cuerpo y mente, aportando calma y paz a nuestra vida. Cuidar nuestro cuerpo a la vez que relajamos nuestra mente es esencial para mantener un espíritu alegre y tranquilo.

El ejercicio físico genera hormonas y endocrinas que nos ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo y pensar en positivo.

El yoga, además, también contribuye a conocernos mejor, es una meditación en movimiento, en la que la atención está dirigida hacia nuestro interior y las sensaciones y percepciones que tenemos, saber localizarlas y también transformarlas, haciéndonos más flexibles y fuertes ante las circunstancias de la vida.

Conocer nuestro cuerpo es conectar con él. Sabemos que las emociones se reflejan en dolencias, trastornos y tensiones físicas, al estar conectado sabremos detectar a tiempo estas dolencias antes de que se agraven y mantendremos una buena salud.

Meditación y mindfulness

Comenzar con la meditación y el mindfulness para conectar contigo mismo y saber hacia dónde te lleva tu mente, cómo son tus pensamientos y qué es lo que sientes.

En el 2004, el neurocientífico de la Universidad de Wisconsin, Richard Davidson, realizó un estudio científico llamado “La plasticidad de la mente” sobre los efectos de la meditación y colocó sensores en la cabeza del monje budista francés Matthieu Ricard para evaluar su cerebro cuando meditaba. Según Matthieu Ricard, se necesitan tan solo 15 minutos de meditación diaria para alejar los pensamientos negativos (Los secretos y las claves de Matthieu Ricard, “el hombre más feliz del mundo”, Infobae, 29 de septiembre de 2018).

El concepto de la plasticidad se usa para explicar que el sentimiento de felicidad es algo que se puede entrenar, aprender, estudiar y desarrollar, para así alcanzarlo sin trabas, condiciones o inseguridades. Esto significa que -independientemente de las circunstancias que ocurren en nuestra vida y que nos generan emociones negativas (frustración, rabia, miedo, ansiedad, tristeza)- existen técnicas para compensar esas emociones negativas.

Una vez te familiarizas con tus pensamientos, es cuando pueden cambiarse. Tenemos el poder de la transformación a nuestro alcance, solo es cuestión de voluntad y actitud.

Dejar ir el control

Algo que nos condiciona a menudo sobre nuestro estrés y actitud negativa es aferrarnos excesivamente al control y cómo queremos que sucedan las cosas. De esta forma cerramos nuestra visión y podemos perdernos aquellas oportunidades que están ahí esperándonos.

Soltar el control, darnos cuenta de que podemos confiar, ya que la mayoría de las cosas no dependen de nosotros, es extremadamente liberador.  Abrirnos a la incertidumbre, es abrirnos a las nuevas oportunidades que la vida puede ofrecernos.

Compartir y tener vida social

Rodearte de gente querida y disfrutar de su compañía ¡es alimento para el alma! Yo trato de hacerlo tanto como puedo, trato de buscar la compañía de aquellos a los que he echado en falta. La vida compartida es mucho más alegre. Y cuanto más felices somos, más podemos ayudar a los demás.

Respirar y mantenerse activo

La respiración es otra herramienta clave para la gestión de nuestras emociones. Puedes experimentar con pranayamas o ejercicios de respiración suaves y aptos para todos en XLYStudio.

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Pero si aun así, sientes que tu mente no puede desconectarse de la negatividad, lo más recomendable es el movimiento. Mover las emociones, caminando, corriendo, bailando, de forma consciente, para poder cambiar el estado de emocional y energético del cuerpo.

Agradecer

Dedicarnos unos momentos al día para dar gracias por todo lo que tenemos, las pequeñas cosas, aquello que normalmente no damos suficiente valor, nos ayuda a mantener una mente positiva y una mayor autoestima.

Te propongo un ejercicio muy simple: dedica 2 minutos al día a agradecer por todo lo que se te ocurra, de forma espontánea, sin pensarlo. Verás que si logras hacerlo durante un tiempo, tu mente comienza a volverse más positiva.

Y no te olvides, ¡agradécete a ti mismo! Por todo lo que haces, por lo que eres, por tu voluntad de cuidarte. El amor propio es una de las mejores medicinas para la vida.

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