Durante este mes de septiembre hemos enfocado el PROPÓSITO DEL MES a la mente positiva, abordándolo desde diferentes aspectos en las clases semanales con alumnos que se publican cada viernes en Studio Online.
En este post ya te adelanté algunos consejos para cultivar la actitud positiva y lo importante que es el uso que hacemos de nuestra mente, nuestra mayor herramienta. Lo necesario que es aprender a conectar con uno mismo, saber cómo son tus pensamientos y qué es lo que sientes, familiarizarte con ello para poder transformarlo. Con la meditación, el mindfulness y la práctica de yoga, podemos comenzar a entrenar nuestra mente, pero también hay otras herramientas que nos pueden servir y que quiero compartir contigo.
Decía Hellen Keller, “el optimismo es la fe que conduce al logro; nada puede realizarse sin esperanza”.
Para mantener la ilusión y la alegría y no perderlo de vista, voy a daros más detalle de cada uno de los temas que hemos enfocado en las clases, donde también encontrarás referencias e información extra que puede servirte para seguir cultivando la mente positiva.
1. El poder de una sonrisa contagiosa
Qué mejor manera para conectarnos con el lado positivo de la vida que con una buena sonrisa. Sólo por decirlo, ya se comienza a dibujar en nuestro rostro y es que ¡las sonrisas son contagiosas! Su energía se transmite de forma tan fácil y directa, que tienen el poder de cambiar tu estado de ánimo al momento, y no solamente a ti, sino a todos aquellos que te rodean.
Hay estudios científicos que han comprobado cómo las expresiones faciales pueden cambiar nuestro estado emocional y cómo la risa produce un cambio hormonal y genera endorfinas en el cuerpo.
Sabernos dar a nosotros mismos y hacia los demás ese simple gesto tan transformador puede ser un primer paso para cultivar una actitud positiva. ¡Habrás comprobado lo difícil que es estar enfadado con una persona que sabe hacerte reír! Incluso en medio de un mal día. Tus circunstancias no cambiarán, pero la risa puede ser una gran ayuda para vivirlo de otra forma.
La sonrisa nos es innata, los fetos ya sonríen en la barriga, como explican en este artículo, por eso sabemos que es algo sencillo de recuperar en nosotros, sólo tenemos que recordarlo.
Hoy en día, con las mascarillas, es difícil ver nuestras sonrisas en la calle, y creo que más necesario que nunca llevar esa energía positiva hacia fuera, incluso a través de nuestros ojos, que como se explica en el artículo anterior, es algo muy característico de la cultura oriental.
Sonreír puede mejorar nuestro día a día y también ayudar a nuestro entorno, por ejemplo en el trabajo, creando un buen ambiente, para evitar dejarnos llevar por el estrés, la queja, etc.
Teresa de Calcuta decía “la paz comienza con una sonrisa”, tanto la paz interna como la externa, aquello que tanto anhelamos.
Tu propósito
Aprender a sonreír en el cotidiano, caminando por la calle, hablando a una persona conocida o desconocida o durante tu meditación. Cambiar tu rostro con una sonrisa genuina y natural para cambiar tu actitud y viceversa.
No hay nada más bello que las arrugas de una cara sonriente.
2. Valorar y agradecer las pequeñas cosas del cotidiano
Parece sencillo, pero solemos olvidarnos de dar las gracias a la vida por estar aquí y por poder practicar yoga. Hay miles de cosas en el día a día que podemos apreciar y ver cómo eso nos llena de alegría.
Como inspiración para valorar y agradecer las pequeñas cosas, me gusta este extracto de Eckhart Tolle:
“Toda tu vida sólo puede ser experimentada en y como el momento presente. Incluso recuerdos, que una vez constituyeron un momento presente son recordados en el momento presente.
Tu vida es AHORA.
Apreciando el ahora, permitiéndote el ahora, siendo amigo del ahora, tu vida se desarrolla de forma diferente. Aprecias las cosas pequeñas en lugar de buscar las cosas grandes que crees te harán feliz; gratitud, apreciación, reconocimiento harán que la felicidad ocurra de forma natural. Y puede que algún día te des cuenta que escuchar el susurro del viento en las hojas de los árboles te hace feliz, mirar al cielo, te hace feliz, ser consciente de tu respiración y de la vida que proporciona a tu cuerpo te hace feliz. Todo es bueno y adecuado.
Si algo desagradable ocurre, por supuesto si la acción es posible se tomará y si no es posible simplemente practicarás la aceptación de lo que es, en lugar de generar infelicidad hacia lo que está sucediendo. La aceptación produce una mayor profundidad en ti. Aceptación significa que la estructura egoica que tiende a rechazarlo disminuye dando lugar a un nuevo espacio y permitiendo que un elemento de gran profundidad que siempre ha estado ahí emerja: una paz que trasciende cualquier comprensión racional porque la mente no puede entender la relación entre eso malo que sucede y la paz que sientes. La razón es que la disolución del ego da lugar a que tu esencia como consciencia universal se manifieste.
Por lo tanto, pon más atención consciente en el momento presente, aprecia todas las hermosas pequeñas cosas y ,de forma gradual, date cuenta de que tu presencia se constituye en el AHORA; la presencia de consciencia en el espacio en el que todo ocurre. Y tú eres eso.“
Tu propósito
Te propongo que, cada noche al momento de apagar la luz y acabar tu día, pienses 3 cosas que puedes agradecer, cosas y detalles que te alegren, cosas simples de tu día. Puedes hacerlo cada día, verás cómo poco a poco cambia tu estado.
Como dice Mario Benedetti “el placer de las pequeñas cosas es la puerta a la felicidad“.
3. Cambio de perspectiva y actitud positiva
“Todo se puede tomar de un hombre, excepto una cosa, la última de las libertades humanas: elegir la actitud de uno en cualquier conjunto de circunstancias, elegir el propio camino.” Viktor Frankl.
Viktor Frankl neurólogo, psiquiatra y filósofo austríaco, fundador de la logoterapia y análisis existencial, sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, y a partir de esa experiencia, escribió el libro best seller El hombre en busca de sentido.
A veces la vida no es justa, nuestras circunstancias no nos dejan ver las cosas de forma positiva, pero Viktor Frankl, que estuvo en una de las peores circunstancias que puede haber, dice que cada hombre, incluso en condiciones trágicas puede decidir quién quiere ser:
“Cuando hay que enfrentarse a una situación inevitable, inapelable e irrevocable, la vida ofrece la oportunidad de realizar el valor supremo, de cumplir el sentido más profundo: aceptar el sufrimiento.”
Con un cambio de actitud, dando la vuelta a la tortilla, aceptando aquello que nos sucede, podemos dejar de lado el sufrimiento, para mirarlo desde otro lado. No podemos cambiar las circunstancias que nos toca vivir en nuestra vida, pero sí la actitud con la que decidimos vivirlas. Para ello, es necesario un cambio de perspectiva: ampliar nuestra mirada para poder ver más allá del pequeño prisma al que suele aferrarse la mente.
En mi primera formación de vinyasa yoga la profesora nos comentó una anécdota:
– Estás conduciendo con prisa en la lluvia y el coche de delante frena de repente y le das. La situación es esta: está lloviendo, acabas de tener un accidente y llegas tarde a algo importante que tienes por hacer. Tienes dos opciones:
- Enfadarte, salir del coche y discutir con la otra persona.
- O aceptar la situación e intentar resolverla cuanto antes.
Si cambias tu actitud, avanzas, no te quedas estancado. A través de la actitud, dándole la vuelta a las cosas, puedes mantener una mente positiva. Es nuestra elección.
Algunos monjes tibetanos, expertos meditadores, detenidos en el Tíbet, cuentan que sobrevivieron a las torturas diciéndose a sí mismos: “están torturando a mi cuerpo no a mi mente.” El sufrimiento físico no se puede cambiar, el mental sí.
Tu propósito
Cuando te enfades, para un instante antes de reaccionar en caliente, intenta dar la vuelta a la tortilla antes de actuar o responder.
Te invito a buscar una situación del día a día que te haya generado enfado, frustración o tristeza, e intentes buscar algo positivo, darle la vuelta para cambiar de actitud hacia ello.
4. Conexión cuerpo-mente y el efecto placebo.
Y no sólo tratamos la mente positiva, también el cuerpo.
Sabemos por mucho estudios científicos y descubrimientos de la psiconeuroinmunología, de la conexión de nuestro cuerpo y nuestra mente, cómo las emociones tienen efectos físicos.
Candace Pert, neurocientífica, hizo más de 200 estudios científicos publicados sobre este tema, y ha demostrado que las emociones, tan ignoradas por la ciencia, son claves para entender el cuerpo por las sustancias químicas que se generan a través de ellas. Como el estrés, que genera cortisol, afectando a nuestro sistema inmunológico, nos conviene recordar que las emociones positivas también pueden cambiar nuestra química y estado físico.
“La mente no domina al cuerpo, sino que se convierte en cuerpo. Cuerpo y mente son una sola cosa.” Candace Pert.
Matthieu Ricard en su libro En defensa de la felicidad, dice que los optimistas tienen una menor tendencia de enfermar que los pesimistas, según los estudios que se han hecho, además de mayor probabilidad de vivir más años.
Es el efecto placebo y el poder de nuestra mente: si pensamos que nos podemos curar, si queremos curarnos y realmente lo creemos, podemos ayudar al cuerpo a que se cure.
Creamos caminos, de forma que cuantas más veces pasas por el mismo camino, más fácil se hace su acceso. Con el cuerpo es lo mismo, si solemos tener emociones positivas creamos un camino a nivel neurológico que ayuda a buscar el camino positivo. Si en cambio, solemos tender hacia emociones negativas, nocivas, se hacen esas conexiones más fáciles de acceder para nuestras respuestas.
La meditación es un entrenamiento para crear esas conexiones positivas en nuestra mente, con consciencia.
El sistema nervioso es el mediador entre nuestro comportamiento celular y los estímulos ambientales (estrés, miedo…), la mente es la interpretadora y lo hace según nuestros hábitos, situaciones, entorno, creencias, condicionamientos. Si interpreta un hecho como una amenaza, el sistema nervioso responde a ese estímulo (estrés), pero si interpreta algo como seguro, agradable, es el sistema parasimpático el que se pone en marcha, iniciando un proceso de crecimiento, con una sensación de bienestar.
Cultivando la consciencia gracias al yoga y la meditación, podemos escoger qué camino queremos tomar.
Tu propósito
En un momento de decisión, de escoger el camino por el que nuestra mente se decanta, observa tu tendencia espontánea, ¿es hacia el optimismo o hacia el pesimismo? Observa tus emociones y cómo afectan a tu cuerpo en ambas situaciones para tomar consciencia y tratar de potenciar el optimismo.
5. Pensar en positivo y la psicología positiva
En la charla TED de 2013 de Alison Ledgerwood “Un truco simple para mejorar el pensamiento positivo” se muestra cómo un evento positivo tiene un efecto de pico agudo y un evento negativo tiene un efecto de arrastre contundente en nuestra mente.
Esto quiere decir que con una misma noticia, explicada desde el lado negativo y el lado positivo, vemos cómo la mente retiene mucho más lo negativo, afectando posteriormente a la hora de tomar las decisiones.
Tenemos una tendencia en ver el vaso medio vacío y a recordar los datos e información de eventos negativos con mucha más facilidad. Para poder ver el lado positivo de las cosas necesitamos mucho más trabajo y consciencia. Tenemos que entrenar nuestro cerebro y practicar el pensamiento positivo.
Podemos por ejemplo practicar la gratitud: escribir y pensar cada día 3 motivos sobre los que estás agradecido, esto cultivará tu pensamiento positivo acerca de los acontecimientos.
O compartir noticias positivas, a lo que si nos habituamos, nuestra mente también las retendrá con más facilidad.
A través del mindfulness y la meditación, podemos observar nuestro diálogo interno negativo, tomando consciencia de nuestras pautas de pensamiento para reprogramarnos.
Martin Seligman, padre de la psicología positiva, que estudia las emociones positivas desde un punto científico, averiguando qué procesos, dinámicas y situaciones pueden impactar más en nuestra salud, el rendimiento y satisfacción general con la vida dice que:
“La vida inflige los mismos contratiempos y tragedias en el optimista como en el pesimista, pero el optimista las resiste mejor”.
Tu propósito
Puedes comenzar a entrenar tu mente positiva de forma que cada día establezcas una afirmación para el día, algo que te inspire y dé sentido a tu jornada. Puede ser algo simple como por ejemplo: “Hoy es una nueva oportunidad”.
Practica conmigo en Studio Online
Espero este mes hayas podido practicar la mente positiva conmigo y sino ¡siempre estás a tiempo!
En Studio Online puedes acceder a las 5 clases semanales dedicadas al propósito del mes.
Feliz práctica y muchas sonrisas.
Namasté
Xuan Lan es instructora de yoga y meditación mindfulness. Tiene formación en Vinyasa (200 h), Jivamukti (75 h), Dharma yoga (200 h), Intensivo de Ashtanga (50 h) y Yoga para trauma (20 h). Además, también ha estudiado Gestión del estrés y Regulación Emocional con Mindfulness en la UOC (Universidad Oberta de Catalunya).
Es autora de 3 libros: "Mi diario de yoga", "Yoga para mi bienestar" y "La buena hija vietnamita".
excelente poder practicar yoga en todo su sentido, no solo la parte fisica (por muchos anos la practique asi) desde que te estoy siguiendo en tu studio online, me emociona el hech de poder compartir esos momentos que llevan una intencion (positivismo) y ahora (motivacion); pues son clave necesario para nuestro bienestar. particularmente busco ese bienestar. namaste