En este post, quiero compartir una experiencia reciente para ilustrar, una vez más cómo el yoga entra en tu vida, tu cuerpo y tu corazón más allá de las clases de asanas. Soy profesora de yoga y dedico una gran parte de mi tiempo a dar clases. Pero subir al escenario delante de 3000 personas como en un evento de la magnitud del Free Yoga Barcelona para hacer mi trabajo de profe, sigue siendo algo muy especial.
Da mucho respeto tener la responsabilidad de guiar un grupo tan grande, con la diversidad de niveles, y sobre todo con tantas miradas y expectativas. El sábado pasado me tocó otra vez, disfrutar de esta experiencia y oportunidad, lo hice con muchísima ilusión y bastantes nervios.
No era mi primera vez, pero siempre me pone la piel de gallina al ver el público moviéndose al ritmo de la respiración.
Esta vez fue un poco distinta. Llovió muy fuerte toda la noche anterior. Hacía meses que, con mis compis Mercedes y Mónica, trabajábamos la organización de este evento y no podíamos creer que la lluvia nos iba a parar. Con mucho ánimo, energía positiva y la ayuda de 60 voluntarios motivados empezamos el acto con una hora de retraso, pero casi sin ni una gota.
Más de 3.000 personas se habían desplazado para acudir al cuarto Free Yoga de Barcelona a pesar del mal tiempo. Esperaron una hora más para entrar, y tenía que subir para dar una clase de yoga sin saber si la iba a acabar mojada o seca.
Algo especial pasó, a las 9h la lluvia paró, disfrutamos de un concierto en vivo, de una demostración de acroyoga y durante la masterclass de yoga algunos rayos del sol nos calentaron la cara. Siempre queremos pensar que tenemos un ángel de la guardia, una buena estrella pero conseguir 4 eventos Free Yoga Barcelona consecutivos en el mes de octubre, sin lluvia y aforo completo es para dar las gracias a alguien o algo.
Yoga para controlar mis emociones
En estas circunstancias, después de semanas intensas de organización, y un brazo un poco contracturado, subí al escenario acompañada por Clotilde, profesora de Zentro Urban Yoga. Para ser honesta, no sabía si mi brazo iba a aguantar toda la clase, y nos planteamos la posibilidad de que Clotilde enseñara la clase mientras yo guiara con la voz. Empecé la masterclass templando por los nervios, por el brazo débil y por la emoción.
Pero tampoco fue una casualidad si todo salió bien, el yoga me ayuda en el día a día a vivir el momento presente, a conocer, detectar y gestionar mis emociones. No hay casualidad, cuando tienes un reto, un evento importante, hay que prepararse físicamente y mentalmente, van juntos de la mano. Que sea para una boda, una performance artística, profesional o un maratón, la preparación mental y física es necesaria.
Hacía varias semanas que “ensayaba” mi secuencia para asegurarme que pudiera fluir con tanta gente y que las profesoras de apoyo pudieran seguir sin verme. La concentración que se adquiere a través de la practica de yoga me ayudó mucho en mantener la mente focus y presente. Media hora antes de la masterclass hice un pre-calentamiento de saludos al sol abajo del escenario para concentrar mi atención en la secuencia y conectarla con el cuerpo en movimiento. Hice un poco de pranayama para calmar mi mente, los nervios de la emoción estaban presentes pero no se reflejaban en el cuerpo, y sobre todo en la voz. ¿Cómo transmitir paz a 3.000 personas si tu voz transmite nervios? También conecte con el dolor en mi brazo, aceptándolo e intentando relajarlo.
Gracias a una respiración controlada para tranquilizarme, pude salir del guión para bromear un poco, relajar el ambiente y sobre todo relajarme. Los movimientos del público durante las secuencias de flows era tan espectaculares y bonitos, se veía una fluidez como las olas del mar.
Al final de la masterclass, cuando todo el mundo estaba estirado en el suelo durante el Savasana, las cantantes Ari y Nuri empezaron a cantar con sus preciosas voces de ángeles, y de repente me puse a llorar todas las lagrimas de mi cuerpo, no podía parar, soltando todas las tensiones por la emoción de haberlo conseguido. Cogí la mano de Clotilde que estaba sentada a mi lado para apoyarme en ella y en su energía para mantener la postura. Fue un sentimiento muy fuerte que nunca había sentido en ningún otro evento.
¿Tú también usas los beneficios y conocimientos de yoga en tu vida cotidiana y en los momentos importantes?
Post actualizado el 28 de julio 2020.
Xuan Lan es instructora de yoga y meditación mindfulness. Tiene formación en Vinyasa (200 h), Jivamukti (75 h), Dharma yoga (200 h), Intensivo de Ashtanga (50 h) y Yoga para trauma (20 h). Además, también ha estudiado Gestión del estrés y Regulación Emocional con Mindfulness en la UOC (Universidad Oberta de Catalunya).
Es autora de 3 libros: "Mi diario de yoga", "Yoga para mi bienestar" y "La buena hija vietnamita".
Me ha emocionado tu narración, ha sido preciosa. Hace tan solo unos nueve meses que comencé a aprender que era el yoga y que podia hacer por mi. En este tiempo estoy aprendiendo muchas cosas y la mayoria las aplico a mi vida diaria. Para mi lo mas importante es que me ha enseñado a que es necesario hablar conmigo misma, hacerme preguntas y asi saber en todo momento qué necesito en qué debo estar concentrada o como afrontar una jornada laboral con el mejor de los animos.