Santosha, abundancia interior o espiritual

Como profesora de yoga, uno de los conceptos que más me ha transformado, tanto en la esterilla como en mi día a día, es el principio de santosha.

Esta palabra en sánscrito se traduce como “contentamiento”, pero significa mucho más que simplemente ser feliz. Santosha quiere decir estar en paz con lo que ya tienes y con lo que eres en este momento. La verdadera felicidad no proviene de conseguir algo externo, sino de cultivar un estado interior de plenitud y paz sin depender de lo que ocurre a tu alrededor o de las cosas que posees. Probablemente, ya hayas hecho esta reflexión antes, pero mirarla desde una nueva perspectiva puede darte un nuevo enfoque.

¿Qué es santosha?

Santosha es uno de los niyamas que se encuentran en los “Yoga sutras de Patanjali”, un libro fundamental de la filosofía del yoga que recoge el código ético de conducta para los estudiantes. Los niyamas son principios que nos ayudan a llevar una vida más plena y consciente, y santosha es el segundo de estos principios. El prefijo “sam” significa total o enteramente y “tosha” significa contentamiento, satisfacción y aceptación.

Pero no se trata de una satisfacción superficial, sino de una sensación de bienestar que no depende de lo que sucede afuera, sino de lo que pasa dentro de ti.

A menudo pensamos que la felicidad depende de conseguir cosas, alcanzar metas o tener experiencias perfectas. Queremos una casa más grande, un ascenso en el trabajo, la relación ideal… Y aunque esas cosas pueden hacernos sentir bien momentáneamente, esa satisfacción no dura. Santosha es una felicidad estable, una paz interna que no se ve afectada por las circunstancias. Es una invitación a dejar de lado esa constante búsqueda de más, para aprender a valorar lo que ya tenemos y lo que somos en este momento.

Santosha y el concepto de abundancia

Hablar de santosha también me hace reflexionar sobre el concepto de abundancia. Solemos pensar en la abundancia en términos de lo material: dinero, posesiones, éxito profesional… Pero, cuando logramos practicar santosha, nos damos cuenta de que ya somos suficientes y tenemos suficiente. Este cambio de perspectiva es lo que transforma nuestra idea de abundancia. No es necesario perseguir más cosas para sentirnos completos, la abundancia ya está presente en la vida si somos capaces de verla. Es una sensación de plenitud que surge de adentro, de sentirte suficiente, de saber que tienes lo que necesitas para ser feliz en este preciso instante.

Cuando aplicamos santosha aprendemos a confiar en que la vida nos da lo que necesitamos en cada momento y aunque a veces no obtengamos lo que queremos, eso no significa que no tengamos lo que realmente necesitamos para crecer y aprender.

Prácticas de yoga para cultivar santosha

A lo largo de noviembre, en XLY Studio, en nuestras clases semanales con propósito desarrollaremos el concepto de abundancia, un término que va de la mano de Santosha. También profundizaremos en temas clave como la importancia de aceptar la incertidumbre, confiar en el flujo natural de la vida, aparigraha (desapego), el equilibrio entre dar y recibir, y el dharma o propósito de vida.

Si eres principiante, te recomiendo la sesión Satisfacción Interior, una clase de Hatha Flow con Andrea donde el propósito es conectar con santosha (contentamiento), para aceptar tu cuerpo tal como está, disfrutando el momento sin presiones ni expectativas.

Para quienes llevan más tiempo en su práctica y desean explorar también este concepto te sugiero esta sesión de Power “Sendero del ser “con Andrea Sais en la que realizarás movimientos energizantes y posturas de equilibrio para desenterrar nuestro propósito interno. 

En caso de querer seguir profundizando en el concepto del desapego, te recomiendo esta práctica con Agus, “Vairagya” para conectar con la abundancia del presente soltando la necesidad de conseguir o necesitar hacer más.

Además, puedes realizar una clase de vinyasa guiada por mí,  “Desapego”, en la que hablaré de cómo la no acumulación y el no apego pueden ayudarte a ver que no dependes de alguien o algo externo para tu propia felicidad y estabilidad.

También puedes disfrutar de la meditación guiada por Germán, Dirección en la que nos enseña que la dirección es el motor para continuar nuestro camino.

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Estas clases están diseñadas para apoyarte en el camino de integrar el concepto de santosha y encontrar un equilibrio en tu vida, sin importar en qué nivel estés.

Cómo aplicar santosha en la vida diaria

Podemos aplicar santosha en nuestro día a día llevando a cabo acciones como estas:

Dejar de compararse

En la era de las redes sociales, es fácil caer en la trampa de compararnos con los demás. La próxima vez que te encuentres haciéndolo, recuerda que lo que ves es solo una parte de la vida de otra persona. Céntrate en tu propio camino y en lo que ya tienes.

Ser consciente del consumo

Muchas veces buscamos la felicidad comprando de forma compulsiva sin hacer antes una reflexión previa. Y, por otro lado, nos cuesta deshacernos de aquellas cosas que no usamos. Cuando vayas a comprar, pregúntate si realmente lo necesitas o si solo estás tratando de llenar un vacío. Y si ves que tu armario está repleto de cosas que no usas, regálalas a amigos o llévalas a un punto de recogida de ropa para darle una segunda vida.

Puedes leer más sobre minimalismo aquí.

Cultivar gratitud

Tómate unos minutos cada mañana o antes de dormir para reflexionar sobre las cosas por las que estás agradecido/a. Si quieres puedes ponerlo por escrito y llevar tu propio diario. Esto te ayudará a cambiar tu enfoque hacia lo positivo y a sentirte más satisfecho con lo que ya tienes.

Beneficios de cultivar santosha para la abundancia interior

Cuando empezamos a practicar santosha experimentamos una transformación en nuestra vida. Al dejar de buscar constantemente algo más, nos damos cuenta de que muchas veces lo que realmente necesitamos ya lo tenemos. Esto nos ayuda a vivir con más plenitud y a disfrutar del presente, apreciando esas pequeñas cosas que antes pasábamos por alto.

Además, nos volvemos más resilientes, dejamos de luchar contra lo que no podemos controlar y aceptamos los cambios en lugar de resistirnos a ellos. También nuestras relaciones y vínculos cambian, porque cuando dejamos de compararnos o de intentar controlar a los demás, las conexiones se vuelven más auténticas y disfrutamos de las personas tal como son, sin expectativas ni exigencias.

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¿Qué te parece si comenzamos a practicarlo juntos?

Nos vemos en la esterilla,

Namasté