En mi viaje por Latinoamérica tuve la suerte de visitar la región del norte de Argentina, Salta y Jujuy, y me he encontrado con la sorpresa de un lugar inolvidable. Es una excelente alternativa a la conocida Patagonia; sus paisajes, sus habitantes y su comida son muy pintorescos y particulares.
Llegamos de Uruguay. Y, sin parar en Buenos Aires -que íbamos a visitar luego-, salimos de Aeroparque, el segundo aeropuerto de Buenos Aires para volar a Salta, capital de la región del nordeste del país, frontera con Bolivia, Paraguay y Chile. En la librería del aeropuerto de Buenos Aires tuve la gran sorpresa de encontrar mi libro en venta en la librería Yenny. El primer contacto con el país fue muy positivo y prometedor.
Mi trayecto fue por la zona de Cafayate y Cachi en Salta y por parte de Jujuy. Para recorrerla se viaja en coche a 70km/h ya que gran parte de la carretera no está asfaltada, ésto te obliga a contemplar cada parte del camino y te ayuda a descubrir los miles de detalles únicos que hay en cada kilómetro recorrido. El paisaje va cambiando (mucho) en pocos minutos y es muy bonito verlo. De una montaña roja con la famosa Garganta del Diablo, suelo arcilloso y quebradas, a colinas blancas o con capas de varios colores (el cerro de los siete colores en Jujuy).
Los paisajes son inmensos, un tamaño y dimensión que no existen en Europa. Si te fijas en la foto de a carretera, el coche parece una hormiga y no te puedes imaginar la altura de esta montaña, impone muchísimo.
A lo largo del camino puedes ver a lo lejos Los Andes con nieve en sus montes de 5.000 o 6.000m de altura, en otoño (abril en Argentina) y a tu alrededor cactus, los llaman cardones, de todas las formas y tamaños, me fascinaron. Descubrí que usaban la madera del cactus para hacer muebles, es muy dura, pero la madera tiene forma de tronco vacío.
Las salinas grandes, ubicadas entre Salta y Jujuy, son impresionantes. A 3.000m de altura, son el lugar elegido por todos para hacer muchas fotos. No hay un estudio de foto que pueda mejorar este paisaje.
Puedes ver un paisaje desértico, seco y con mucho polvo y de repente al pasar una montaña nos encontramos con una tormenta de lluvia en medio de un paisaje muy verde que se parece al País Vasco. La naturaleza es majestuosa, te sientes muy poca cosa frente a los millones de miles de años que han formado estos paisajes, montañas y relieves. Si el ser humano y sus inventos industriales están modificando el clima y el medio ambiente perjudicando a muchas especies, es para hacerse daño a si mismo y a sus poblaciones porque después de este viaje estoy convencida de que la naturaleza nos sobrevivirá aunque tenga que adaptarse a los cambios.
Hay mucho por conocer en esta región que se encuentra de 2.500 a 4.000m sobre el nivel del mar. Ofrece una variedad de sitios históricos, parques naturales y restaurantes típicos que valen la pena visitar. La zona tiene tradición de caballos y un paseo cabalgando se disfruta mucho.
En Salta, provincia que llaman “la Linda” y hace honor a su nombre, tuve la ocasión de probar las famosas empanadas salteñas.
Las empanadas son un plato típico argentino elaborado con una fina masa circular, rellena de diferentes cosas, se cierran a mano con un pliegue que llaman “repulgue” y se cocinan fritas o al horno. He probado la versión rellena de quinoa y verduras y en un próximo post te daré la receta.
Xuan Lan es instructora de yoga y meditación mindfulness. Tiene formación en Vinyasa (200 h), Jivamukti (75 h), Dharma yoga (200 h), Intensivo de Ashtanga (50 h) y Yoga para trauma (20 h). Además, también ha estudiado Gestión del estrés y Regulación Emocional con Mindfulness en la UOC (Universidad Oberta de Catalunya).
Es autora de 3 libros: "Mi diario de yoga", "Yoga para mi bienestar" y "La buena hija vietnamita".
[…] les contaba en este post sobre mi viaje por el norte de Argentina, allí pude probar las empanadas, plato típico de ese […]