Bali y el yoga: mi experiencia y recomendaciones

Bali es una isla muy conocida por sus hoteles de lujo en lunas de miel, por el surf y por ser el destino favorito de los Australianos. Pero, en Bali, el yoga (y el yogui) también disfruta de numerosas opciones, como en un hotel de yoga. Y como siempre intento que mis viajes sean una combinación de cultura, yoga y turismo, escogí la isla de Bali como destino.

El yoga en Bali, ¿por qué es tan popular?

Siendo la única isla hindú de Indonesia, Bali tiene mucho en común con el yoga y sus orígenes. De hecho, se podría decir que es un paraíso del yoga, donde desconectar y encontrar la armonía entre cuerpo, mente y espíritu.

Y es que Bali tiene todo lo que un yogui necesita para avanzar en su camino en esta disciplina: el hinduismo y el budismo están muy arraigados a su filosofía de vida y, además, le acompaña un entorno natural con una espiritualidad única. No es de extrañar que, tanto turistas como yoguis, pongan su mirada en este destino.

En este sentido, la demanda turística en Bali ha crecido exponencialmente. Y si antes era fácil encontrar un lugar para tu retiro y clases de yoga y meditación, ahora puedes encontrar múltiples opciones en cada esquina de la isla. La oferta es muy variada: desde prestigiosos centros de yoga con cursos de formación en los núcleos más ajetreados, hasta hoteles y resorts con clases de yoga ubicados en medio de la nada.

Esto hace que Bali esté en boca de cada vez más yoguis, tanto principiantes como no tan principiantes. ¡Y no es para menos! A continuación te contaré mi experiencia en Bali.

Mi experiencia en un hotel en Bali de yoga

La mayoría de los centros y retiros de yoga se encuentran en Ubud, pero hay una joya de yoga en Canggu cerca de Seminyak. Es el eco hotel Desa Seni, un lugar mágico para descansar, comer bio y practicar yoga en Bali nada más hacer el check in.

Este hotel cuenta con una escuela de yoga, acreditada a nivel internacional por Yoga Alliance. En consecuencia, su oferta de yoga es muy amplia: retiros de yoga personales, formación de profesores de yoga y clases dirigidas por un equipo con experiencia.

Los servicios son muy completos: cuentan con traslado al aeropuerto, wifi gratuito y aire acondicionado (con el calor y humedad que hace, se agradece). Pero lo mejor fue el tipo de habitación: son casas tradicionales indonesias de madera, repartidas en un jardín-huerto ecológico. Te sientes en un pueblo del campo, pero al mismo tiempo la decoración de los bungalows suites, la espectacular piscina, los detalles y el servicio, hacen de este lugar un hotel eco y a la vez chic. ¡Para mí es un lujo total!

Tienen dos estudios para dar clases de yoga diarias (no son exclusivas para clientes del hotel), las esterillas de yoga son de muy buena calidad y hay un salón chill out con té y agua. Además, ponen a disposición unas pequeñas toallas para la práctica de yoga (hace calor y humedad), que sirven también para limpiar los mats al final de la clase y así dejarlos limpios para el siguiente alumno, ¡un buen hábito!

Cada mañana después de clase me pedía un coco joven. Lo cortan al momento para que puedas beber el agua con una pajita de vidrio directamente del coco (que pesa sus 2 kilos).

El restaurante de este hotel en Bali de yoga es totalmente ecológico, con comida tradicional pero sencilla, sana y con productos frescos. De hecho, el hotel cultiva alrededor del 80% de sus productos.

Seminyak, la ciudad más grande y turística, está a 15 minutos en moto si buscas más ambiente y restaurantes sofisticados o con vistas al mar. En Seminyak hay actividades para todos los gustos y, a pesar de ser la zona de moda de Bali, es un lugar relativamente tranquilo.

La piscina al aire libre es larguísima, con tumbonas de madera, y te sirven gratuitamente agua fría con limón para hidratarte y refrescarte. Es un lugar tranquilo, la gente habla en voz baja y no hay turistas ruidosos, la mayoría de los clientes practican yoga, ¡el paraíso!

De verdad es un oasis de paz y tranquilidad para un yoga retreat en la turbulenta zona sur de Bali. Un lugar donde, sea cual sea tu experiencia practicando yoga, conectarás con la naturaleza, contigo mismo y con el resto de personas que comparten la misma filosofía de vida.

Otros lugares en Bali para el yoga y la meditación

Como he comentado, en Bali hay una amplia oferta para todos los niveles y gustos en el mundo del yoga, los masajes y el bienestar. Pero también una isla donde descubrir paisajes naturales inimaginables y una cultura totalmente diferente.

Esto hace que la práctica del yoga en la isla de Bali también sea diferente. Muchas salas están al aire libre, con vistas a la naturaleza. Y, aunque hace mucho calor y humedad, la experiencia es muy positiva y espiritual.

Aunque Ubud es la zona más popular para la práctica del yoga, no olvidemos que hablamos de Bali: el paraíso del yoga. En las zonas más ajetreadas como Ubud, Seminyak o Canggu, encontrarás una amplia variedad de oferta a un precio asequible. Encontrarás lugares tranquilos para tu práctica de yoga y, al mismo tiempo, tendrás opciones de ocio cerca.

Pero si buscas un lugar totalmente tranquilo y aislado, entonces el sur de la isla de Bali es para ti. En las zonas de Sanur o Uluwatu también hay centros y resorts de yoga, aunque no tantos como en el norte. Eso sí, encontrarás la verdadera paz (más si cabe).

Como ves, Bali se adapta a todo tipo de gustos y bolsillos. Si te interesa vivir una experiencia de practicar yoga en Bali, ¡no pierdas la oportunidad! Estoy segura de que no te arrepentirás.

¿Qué zona de Bali escogerías para tu práctica de yoga?

Post actualizado el 14 de julio 2020.