Entrevista a una monja budista en Myanmar

Dejo mis zapatos  y calcetines en la entrada de un convento budista cerca del lago Inle en Myanmar. Allí conozco a una monja joven, tiene quizás unos 30-35 años, es difícil adivinar porque tiene la cabeza rapada y lleva un traje amplio y sencillo de color rosa con una manta en los hombros porque hace frío. Me recibe en la sala de estudios de un convento donde una docena de niñas estudian sentadas en el suelo repitiendo mantras en voz alta. Nos sentamos en el suelo y me sirve el té de bienvenida.

La saludo con el tradicional “Min gala ba” , el Hola en lengua Myanmar (significa “buenos auspicios a usted”) y el guía hace de traductor mientras tenemos las oraciones de las niñas como ruido de fondo.

Entrevista a una monja budista

¿Qué hace usted aquí?

Soy monja y profesora, enseño el budismo a las niñas. Aquí actualmente tenemos a 24 niñas y chicas-monjas

¿A qué edad la niñas pueden en el convento para ser niñas-monjas?

Desde los 7 años. En este convento tienen de 7 años a 23 años, las mayores son estudiantes.

¿Cuánto tiempo se quedan aquí?

De 10 días a toda su vida. En principio, a partir del momento que hacen la celebración y ceremonia de noviciado deben quedarse al menos 7 días.

¿Cuántas veces se puede/suele hacer este noviciado?

Cuántas veces como quieran, una o varias. Si repiten suele ser por deseo propio. La primera vez son los padres que les mandan, es una costumbre birmana para los budistas. Se considera como un deber del budista y aporta buena suerte a la familia que sus hijos hagan su enseñanza religiosa con monjes/as.

¿Les gusta esta vida del internado?

Al principio puede ser difícil, sobre todo para las más jóvenes el hecho de estar lejos de sus padres pero luego se hacen nuevas amigas y les gusta la vida del convento.

¿Cuál es el programa diario?

Para las más jóvenes del primario:

• 4:30h se despiertan, baño y rinden culto a buda
• 6h-7h desayuno y luego se dedican a la limpieza del comedor
• 7h-9h enseñanza religiosa
• 9h-10h tiempo libre, es cuando pueden hacer su lavandería
• 11h comida
• 12h-13h tiempo libre
• 13h-16h enseñanza religiosa budista y un poco de idioma oficial de Myanmar para las que vienen de pueblos donde solo hablan su dialecto
• 16-17h limpieza del convento
• 17h ayudan en cocina y cena
• 18-19h oración

El horario de estudios cambia con la edad.

¿Pero las niñas no estudian el programa escolar normal?

La escuela budista está separada de la escuela normal, aquí en el convento solo estudian el budismo. Consideramos que una buena actitud de vida es más importante que los asuntos que se aprenden en el cole.

¿Y la meditación?

Las más pequeñas empiezan con solo 10-15 mins cada mañana después del culto a Buda. Pero van ampliando y las más mayores pueden ir al centro de meditación y practicar 1 a 2 horas. Para todas hacemos 1h de meditación en día de luna llena.

La meditación nos ayuda a encontrar la paz interior porque fuera todo es impermanente. Busca el bien y la felicidad dentro de ti. Más apego a lo material te hace menos feliz.

¿Cómo los novicios chicos, las niñas van a colectar la comida por la mañana?

Es distinto para las chicas, no colectan comida cocinada, solo productos crudos como fruta y verdura para luego cocinarlos aquí. Y solo van 4 veces al mes.

Vuestro convento es muy sencillo comparado a los monasterios. Sí es verdad, los conventos son humildes y más sencillos que los monasterios, el edificio en su exterior tampoco lleva las decoraciones doradas y que veis en los monasterios.

¿Con los cambios del país hay menos niñas que hacen su noviciado de monja?

Es cierto, hay menos pero nada es permanente. El buda mismo también dijo que su enseñanza tenía fecha fin.

No puedo entretenerla demasiado rato porque tiene una clase por dirigir. La agradezco y al momento de despedirme me dice “debe difundir la práctica de la meditación en su país porque es la única manera de encontrar la felicidad”.

Estas palabras se quedaron grabadas…. Espero que su mensaje te inspire y te motive en practicar la meditación.

Lee mi post sobre la meditación como herramienta para la felicidad.