El pasado 16 de marzo entrevisté en Studio Online a Patricia Ramírez, conocida como @Patri_psicóloga en las redes sociales, es psicóloga, escritora, conferenciante, actriz de teatro y divulgadora en diferentes medios de comunicación. Ha sido galardonada con el premio a la mejor divulgadora de Redes Sociales, en las que cuenta con 1.000.000 seguidores. Sus talleres y su clínica online comparten el mismo objetivo: mejorar la vida de las personas. Es autora de 10 libros entre los que destaca “Somos Fuerza”, su último libro que acaba de publicar.
A continuación hago un resumen de nuestra entrevista, enfocada a un teletrabajo saludable. Si eres miembro de Studio Online puedes acceder aquí al replay de la entrevista completa.
El teletrabajo ahora y antes de la pandemia
Antes de la pandemia, nos comenta Patricia, las personas que podían acceder al teletrabajo era porque se podían programar para la conciliación, es decir, sabían que iban a cumplir con sus tareas profesionales y personales, con sus horarios, sin ser un factor estresante. Ahora la situación es diferente porque muchas familias se encuentran en una situación complicada de gestión de horarios, sobre todo con niños en casa, lo que puede crear mayor estrés y ansiedad, falta de productividad, sentir la falta de estímulos de desconexión del trabajo, la falta de vida social, y por todo ello querer volver a la oficina.
Cualquier crisis lo que hace es precipitar y obligarnos a reaccionar ante una situación nueva. En este caso, nos hemos ido adaptando y, aunque hay gente que quiere volver a la oficina, si logramos una buena organización, también podemos valorar las ventajas que nos ofrece el teletrabajo, como la mejor gestión del tiempo, el ahorro en gastos de transporte o la comodidad de organizarse más libremente.
Retos del teletrabajo
Para conseguir una buena organización y logística y poder disfrutar de las ventajas del teletrabajo, Patricia nos recomienda unos ingredientes indispensables, como tener un espacio específico para el trabajo. Destaca lo necesario que es, porque sino parece que estás trabajando todo el día. Además, dejar siempre ese espacio listo para el trabajo, sin tener que recoger y volver a crear el espacio al día siguiente, nos da más comodidad, y es habitual que si no tienes el espacio de trabajo, sea más fácil acabar con el consultando el ordenador en cualquier momento, incluso antes de ir a dormir, sin poder desconectar del trabajo. Establecernos horarios y cumplirlos, como si fuera de forma presencial en la oficina, puede ser de gran ayuda para evitar esto.
A parte de esto, también destaca la higiene personal: es importante vestirte como si fueras al trabajo ya que, aunque puedas estar cómodo, la higiene personal, arreglarse, nos ayuda a sentirnos bien, a empoderarnos y preparar nuestro cerebro en modo trabajo. La cognición atávica hace referencia a esto, en como nuestra forma de vestir condiciona nuestra seguridad a la hora de argumentar, tomar decisiones o ser resolutivos en un tema laboral.
«La bendita rutina»
En su libro «Somos fuerza», Patricia habla de la “bendita rutina” y nos explica como es importante dejar un tiempo prudencial antes de tomar decisiones y decidir las nuevas rutinas y el nuevo orden ante una situación de cambio, para poder adaptarnos de forma progresiva y orgánica a esa nueva condición. Es importante tener una rutina, pero no a través de forzarla, sino permitiendo que con el tiempo se vaya integrando en nuestra vida a través de la repetición.
Patricia nos explica cómo antes de la pandemia nos quejábamos de la rutina, pero ahora nos damos cuenta que las rutinas nos facilitan la vida, nos permiten no tener que pensar qué tenemos que hacer cada día. Cuando nuestra rutina habitual tambalea por un factor externo, también es importante adaptarnos a ese cambio de forma natural, dejando un espacio para que todo se recoloque y desde ahí establecer las nuevas rutinas, que si dejas un tiempo de observación, acaban generándose solas.
Una herramienta para crearlas es empezar ahora, no proyectarnos en un futuro que no sabemos si va a llegar, de forma que nos veamos hoy como nuestro yo futuro.
Programa de yoga y meditación para el teletrabajo
Acabamos de estrenar un nuevo Programa de yoga y meditación para el teletrabajo, un curso de 4 semanas para el autocuidado físico y emocional enfocado a desarrollar tu propia rutina de vida saludable, organizar los momentos de autocuidado a lo largo del día y aprender a cuidar el cuerpo (sobre hábitos de higiene personal, postural y posturas de yoga), la mente (con meditación, gestión tiempo, pausas, descanso y desconexión), y las emociones (con técnicas de relajación, técnicas de respiración, autoobservación y consciencia de lo que sentimos).
El programa está dividido en 5 rutinas de yoga y meditación para toda la semana:
- rutina por la mañana para un buen despertar
- consejos prácticos y prácticas durante el día de jornada laboral
- una práctica a escoger entre 3 clases de yoga afterwork
- 3 meditaciones a escoger según tu estado para ir a dormir
- y dos prácticas de yoga para el fin de semana.
Consejos para el teletrabajo
En este programa hemos contado con la colaboración de Patricia, que nos ofrece algunos consejos para el teletrabajo, priorizando una buena salud y mayor bienestar.
- Por la mañana, nos recomienda levantarnos con tiempo, empezar el día con calma y evitar levantarnos ya con estrés, siendo conscientes que no perdemos 10 minutos de sueño, sino que ganamos 10 minutos de serenidad. También mantener la rutina de higiene de forma calmada, con los consejos mencionados anteriormente. Y darse un tiempo para revisar la agenda del día, para organizarnos y ordenar nuestro día, visualizando nuestras prioridades, con margen de adaptación. E igualmente importante son las prioridades no relacionadas con el trabajo, anotar también en la agenda la clase de yoga, la meditación, una cena… para no dejar que el trabajo nos ocupe esos espacios de ocio.
- Durante el día, es importante hacer pausas regulares, cada 1.30h-2h: levantarte, hacerte un té, comer un snack… Necesitamos despejar nuestra mente, ya que la atención sino se va perdiendo así como la concentración, y mantener los momentos de descanso entre el trabajo y la vida personal, tomarse su tiempo para comer o dar un paseo.
- Después del trabajo, tu cerebro tiene que saber que si has decidido que a las 18h acabas, tienes que hacerlo. Ser metódicos ayuda a nuestro cerebro a desarrollar una capacidad de atención mayor y que así se disperse menos, siendo más efectivos. Este es el mejor momento para poner nuestra rutina saludable: salir a correr, hacer yoga… tomarse ese tiempo para uno mismo es esencial.
- Por último, para prepararnos para un buen descanso, Patricia nos recomienda tener siempre la misma rutina, que siempre sea igual y en el mismo orden, de manera que el cerebro ya asocia esas tareas a la relajación. Por ejemplo, una rutina podría ser: acabar el trabajo y hacer tu clase de yoga, darte una ducha, cenar, pasar tiempo con tu familia, ver una serie o leer, meditar y dormir, por ejemplo.
Autorregulación emocional
Patricia comenta en su libro que “una vida serena pasa por vivir el momento presente”, y nos ofrece 4 ventajas de vivir en el presente:
- Permite sentir de manera distinta
- Permite apreciar más lo bonito que sigue ocurriendo al margen de tu crisis
- Es mas fácil aprender cuando no estamos con piloto automático en nuestro cerebro
- Y aprendemos a regular nuestras emociones cuando son escuchadas, sin estar en guerra con ellas.
Para estar en el momento presente, Patricia nos dice que lo último que debemos hacer es abandonar aquello que hace que nos sintamos mejor. La apatía nos lleva a abandonar las herramientas que nos sirven y ayudan y para empezar es importante no caer en eso.
La herramienta clave es practicar la meditación y una actitud mindful, poniendo atención en lo que estoy viviendo ahora. Esto nos ayuda a quitar el ruido de nuestra mente, que me recuerda mi situación de crisis o de víctima. A la vez que evitamos el multitasking, aportándonos mayor calma. Nos ayuda a soltar lo que nos preocupa, tomando consciencia que no podemos abarcarlo ni controlarlo todo. Y, al final, nos sirve para disfrutar más del aquí y el ahora.
Patricia nos explica lo que ella considera como lo esencial, «el fondo de armario» que todos deberíamos tener para una buena salud emocional y mayor bienestar en nuestras vidas. No solo son consejos para el teletrabajo, si no para un bienestar en general:
- la actividad física
- la alimentación
- el buen descanso
- y la meditación
Todo el abanico de emociones que sentimos están por un motivo, no se trata de evitarlas ni negarlas, sino de aprender a relacionarnos con ellas desde la serenidad: puedo estar enfadada, sentirlo, observar si puedo hacer algo o cambiarlo, para gestionarla mejor, sabiendo que cada día es diferente y las emociones van y vienen. Si integramos en nuestra vida el «fondo de armario» podemos llegar a gestionar mucho mejor todo lo que nos pase, incluso en los momentos complicados. Y lo más importante, ¡estos hábitos son para toda la vida!
El ejercicio físico y su influencia en la salud emocional
Muchas personas han dejado de ir al gimnasio, les cuesta motivarse para hacer ejercicio físico en casa y tampoco salen mucho a caminar. Con el nuevo Programa de yoga y meditación para el teletrabajo, intentamos proponer prácticas variadas accesibles a todos para mover el cuerpo, respirar, mejorar la postura corporal, etc. Y es que, como dice Patricia, la salud física influye en nuestra salud emocional. Mantener una rutina de ejercicio físico es importante para sentirnos bien, ya que impacta directamente en nuestros neurotransmisores (las endorfinas, oxcitocina, dopamina…) que se regulan mejor cuando tenemos una vida con actividad física y meditación. Además el deporte cuida de nuestras funciones cognitivas: la toma de decisiones, nuestra rapidez perceptiva, la memoria… y solo hace falta experimentar cómo el deporte nos cambia casi de inmediato nuestro estado de ánimo.
Deseo que todos estos consejos para el teletrabajo te sirvan para tu bienestar y te invito a descubrir el Programa de yoga y meditación para el teletrabajo.
¡Muchas gracias Patricia!
Namasté
